Pagina nueva 2cuento de navidad

Primer Premio del consurso de cuentos de navidad, realizado entre todos los Colegios e Institutos de

Talavera de la Reina (Toledo) 2006

     Al jardín de las dos princesitas llego volando  Maximino,   un niño santo, tan bueno que le están saliendo alitas en la espalda, el piensa que son alitas de pollo, pero yo se que son alitas de ángel, por lo bueno que es.

    Viene con ellas a jugar en la nieve, es Navidad y apetece unos buenos bolazos contra la cara…que brutos.

   Maximino a recibido carta de Belén, se la ha traído Lamari su paloma mensajera.

    Es una invitación del niño Jesús a pasar con El la Navidad.  Cristina se ha apuntado enseguida al viaje y Virginia que es una pelusota aunque no tenia ganas, por ir con su hermana y un  poco por la novedad del viaje también  ha dicho …yo me voy.

 

 

 

 

 

 

 

 


 

       Las dos niñas, pusieron una pega. Ellas no creían en los Reyes Magos, pero Maximino las invito a comprobar su existencia.

     Al día siguiente se levantaron con una gran nevada, pero a ellos no le dieron importancia, volarían a un lugar mágico, el Mundo de ilusión de los Reyes Magos

    Maximino ante el peso que tiene que transportar (no he dicho que con sus alitas vuela) se ha puesto anticongelante y ha engrasado las alas porque el viaje es largo y sobre todo muy frió.

    Las niñas se han sentado cada una en un alerón de Maxi y la noche de Nochebuena  aterrizaron en Belén ,

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

delante del portal donde dos angelitos del cielo tocaban sus flautas.

      Al momento aparecieron los tres Magos de Oriente seguidos de una impresionante comitiva, sus inmensos camellos y todo un sequito de pajes.

      El niño Jesús tiritaba de frió en su cunita, el pobre estaba desnudo, las, niñas le regalaron sus mantitas de lana,

y le taparon. Jesús se sonrió y en su carita le salieron dos coloretes, ya había entrado en calor. Al poco rato unas gotitas de sudor corrían por su frente….estaba calentito y agustito en su cuna. Esto si que era una noche buena.

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

      Al final las niñas, descubrieron que los Reyes Magos existían de verdad.

     Volvieron a su casa felices y desde entonces cada año por el mes de Enero, esperan a sus majestades de Oriente, sentadas a la puerta de casa, esperando los regalos ,

    De tanto esperar se quedan dormidas…….

 

 

 

ATRAS

 

 

Virginia Vidal Ruiz